BODEGA BINIAGUAL

El objetivo de nuestra bodega en Mallorca es producir vinos que satisfagan hasta los paladares más exigentes. Trabajamos con fidelidad a nuestra filosofía: „el buen vino se produce en la viña, no en la bodega”. De ahí que todo lo que hacemos, lo hacemos con sumo cuidado y a mano. Así aseguramos que nuestras uvas sean de máxima calidad. El corazón de nuestra finca es la bodega, donde vinificamos las uvas procedentes de 34 hectáreas de viñas que rodean la bodega.

Las claves de nuestro trabajo son máxima calidad y el respeto hacia la naturaleza. Nuestra bodega en Mallorca, sigue las estrictas normas de la Producción Integrada, cuyo objetivo es la sostenibilidad. Queremos vinificar vinos con el auténtico carácter de Mallorca. Por ello, la base de todos nuestros vinos son las variedades autóctonas Manto Negro y Prensal Blanc. También trabajamos el Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Chardonnay, Viognier y Muscat. El resultado de estos ensamblajes son cuatro vinos tintos, un blanco y un rosado.

PASIÓN Y ARTESANIA

Estamos convencidos que el mejor vino se produce en la viña. Por ello, mimamos y cuidamos nuestras viñas durante todo el año. Invertimos mucho tiempo y trabajo manual en nuestras viñas en Mallorca, porque la calidad de las uvas, para nosotros es la primera prioridad. ¿Cómo lo hacemos? Cada fase del trabajo, empezando por la poda de invierno hasta la vendimia en septiembre, se realiza con esmero y a mano, para conseguir la mejor calidad de uvas. Durante un año vinícola, tocamos cada una de nuestras aproximadamente 150.000 cepas al menos siete veces.

El arte de vinificar un buen vino está en entender y respetar el carácter y la individualidad de la uva, tanto en la viña como en la bodega. Esto supone un sumo cuidado en el cultivo, en la vendimia y en el procesamiento de las uvas. Para lograr que la uva permanezca intacta, vendimiamos a mano y colocamos las uvas en cajas pequeñas. En seguida, las llevamos a la bodega, situada en medio de nuestras viñas. Durante la noche, las uvas se enfrían en una cámara especial hasta llegar a una temperatura de 4ºC.

Al siguiente día, las uvas son seleccionadas una vez más a mano, para asegurar que se vinifiquen solo las uvas sanas, sin imperfecciones. Tras el despalillado, mediante gravedad, nuestros bodegueros llevan las uvas a los depósitos de acero inoxidable. Es importante que las uvas lleguen a los depósitos intactas, sin estar expuestas a luz ni aire, para evitar que se inicie el proceso de oxigenación, lo que mermaría la calidad. Asimismo, los depósitos de acero inoxidable permiten un exacto control de la temperatura.

El mosto de las uvas seleccionadas para nuestro Gran Verán y el monovarietal Mantonegro, fermenta directamente en barricas o foudres de roble francés. Todos los vinos tintos de nuestra bodega envejecen durante entre 12 y 18 meses en barricas, sobre todo de roble francés. Tras embotellar el vino, tiene un envejecimiento de al menos 12 meses más – según el vino- en botella. Solo entonces está perfecto para el consumo.

La Finca Biniagual se extiende en una superficie de unas 170 hectáreas, de las cuales, 34 hectáreas son viñas con más de 148.000 cepas. Nuestra bodega y los campos alrededor de ella se encuentran en una zona vinícola tradicional de Mallorca, cuyos suelos pedregosos se prestan para el cultivo de la vid. Los habitantes de la alquería ya cultivaban vides en esta zona en el siglo XIII. Siguiendo esta tradición, nos dedicamos hoy en día mayoritariamente al cultivo de variedades autóctonas, sobre todo el Manto Negro. Esta variedad es la base de todos nuestros vinos, salvo el blanco. Otra variedad autóctona importante para nosotros es el Prensal Blanc, que vinificamos para nuestro Memóries de Biniagual Blanc. Otras variedades que cultivamos en Biniagual son Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Chardonnay, Viognier y Muscat de Alejandría.

Nuestro secreto: Apostamos por el trabajo manual con mucho esmero y cariño y controlamos cada vid y cada uva varias veces durante todo el año. Entre mayo y septiembre, cada semana recorremos cada viña a pie como mínimo tres veces por semana, para cerciorarnos del estado de las vides – un recorrido del al menos diez kilómetros por día. En vez de usar productos químicos, recurrimos a métodos naturales para cuidar las viñas y prevenir enfermedades.

EL AÑO VINÍCOLA EN MALLORCA

El año vinícola en nuestra finca empieza con la poda de invierno, seguida de la tarea de atar los racimos y de la poda en verde. La finalidad de ésta, es fomentar el crecimiento de las plantas y fortalecerlas. Entre julio y agosto, antes de que se inicie la maduración de las uvas, sigue la vendimia en verde. En este momento elegimos las mejores uvas, que se dejan en la cepa para madurar y crecer. Todas las otras se cortan y tiran. Así nos aseguramos que toda la fuerza de la cepa vaya en beneficio de las mejores uvas. Con la vendimia en verde, reducimos la producción más o menos a la mitad. Para aumentar la calidad del vino, los viticultores saben que se tiene que reducir la producción de una cepa de vid a entre 1,5 y 2 kilos de uva. En Biniagual, vamos más allá: solo dejamos un kilo de uva en cada cepa, porque en la Finca Biniagual prima la calidad, no la cantidad.

Entre mediados de agosto y finales de septiembre, el año vinícola culmina en la vendimia. En la Finca Biniagual, la vendimia se hace a mano y de forma muy selectiva. De esta forma, podemos garantizar que solo las mejores uvas llegan a la bodega y finalmente a nuestros vinos.